Especiales: Pequeñas fortunas por discos de vinilo



Mucho se ha hablado durante la pasada década de la extinción del vinilo y la llegada de la anarquía digital. Y, si bien es cierto que el número de ventas ha sufrido una importante caída desde la aparición del CD y, posteriormente, de la música en formato digital, también lo es que, para algunas personas, ese objeto relegado en muchas tiendas a pequeñas estanterías, se ha convertido en todo un artículo de coleccionista por el que están dispuestos a pagar grandes cantidades de dinero. Por poner un ejemplo, podéis ver la lista de los 10 discos más caros vendidos en DISCOGS en el pasado mes de Diciembre AQUÍ

¿2000 dólares por un disco de Pet Shop Boys? ¿900 por un recopilatorio de hardcore-funk? Muchos son los valores que determinan el precio final del disco: edición, número de copias, estado de la copia, etc. pero también es inevitable que, como con cualquier objeto de carácter exclusivo, termine apareciendo un tendencia especulativa que altera ese valor natural de los discos. Por poner un ejemplo, la semana pasada salía a la venta un nuevo single de Four Tet, un disco compuesto por una sola pista y que había causado furor a través de diferentes redes sociales, por lo que Kieran Hebden (Four Tet) ingeniosamente lo tituló “The Track I’ve Been Playing That People Keep Asking About And That Joy Used In His RA Mix And Daphni Played On Boiler Room” (“El tema que he estado pinchando últimamente y la gente sigue preguntando sobre él y Joy (Orbison) usó para su RA Mix y Daphni (Caribou) pinchó en Boiler Room”) y publicó como white label bajo sus iniciales KH en su propio sello Text Records (Text022), costaba a las 24 horas de su publicación 50 libras en Discogs, lo que llegó a causar el enfado del propio Hebden.

Al más puro estilo mercado de valores, los discos de vinilo se han convertido en una forma de hacer negocio de nuevo, una forma un tanto diferente a la que acostumbraban pero, ¿qué consecuencias puede tener esta “burbuja”? Si bien es cierto que, de algún modo, ayuda a mantener el mercado del disco en vida, por otro lado parece una locura que sea posible que en desvanes, estanterías o trasteros se escondan, cubiertas de polvo, pequeñas fortunas en forma de vinilo esperando a ser descubiertas.

¿Qué precio le pondrías a los vinilos más preciados de tu colección? ¿Es la música una mercancía ? ¿Está la especulación con el vinilo funcionando como una la arteria que sigue administrando sangre a la industria? ¿Terminará por explotar todo esto? Las preguntas se amontonan, pero la realidad está ahí fuera y solo hace falta echar un vistazo a la web de DISCOGS.


Via:mixcloud

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